Soy Maléfica cuando acabo de despertarme y me convierto en Bella cuando me tomo el primer café.
Soy valiente cuando mi hijo tiene miedo por la noche pero soy cobarde cuando estoy sola y cruje el parquet.
Soy hermosa cuando él me mira a la luz de las velas. Me vuelvo fea cuando le increpo y sé que no tengo razón.
Soy alegre o soy triste según como se refleje la luz en mis cristales.
Soy comunicativa aunque a menudo me quedo sin palabras ante el horror o la belleza.
Soy madre ante todo y las veinticuatro horas del día. Pero también soy mujer. Mujer avara con su tiempo, que reivindica un espacio para sí misma.
Soy impulsiva cuando no lo pienso todo en exceso.
Soy aventurera. Quiero vivir experiencias, viajar y honrar al ‘Carpe Diem’ pero de vez en cuando los cambios me asustan y el miedo me paraliza.
Soy sensible y me esfuerzo en que no se note.
Soy cariñosa. Salvo si estoy de uñas.
Soy seria a pesar de que a veces me ahogo de la risa.
Soy tozuda aunque prefiera decir perseverante.
Soy competitiva conmigo misma. No me gusta medirme con los demás por si salgo mal parada.
Soy humana. Imperfecta, vulnerable y débil. ¿Por qué me empeño en ser otra cosa?
Soy alguien que quiere ser su mejor yo. Casi siempre es más fácil simplemente ser.
Soy escritora. Quiero escribir y leer todo el tiempo. Sin embargo, con frecuencia, dudo y me cuestiono adónde me conducirá todo esto.
Soy un instante, un suspiro, un parpadeo en la historia de la humanidad. Pero desde mi percepción soy eterna.
Soy sólo yo.
Soy
Solo soy.
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Macarena Fedriani | maca.fedri@gmail.com | Instagram: @macarena_fedriani